lunes, 4 de abril de 2011

Carta a la Mucormicosis

Odiada mucormicosis
Hace tan solo unos meses me vi en la fatidica posición de lanzarme a la tarea de averiguar más de ti, de conocer los atenuantes de un cuerpo desafortunado, el cual decides caprichosamente invadir y danar al mejor estilo de Genghis Khan. Qué te lleva a cambiar de ser una sencilla espora inocua a un microorganismo terco, agresivo, destructivo y resistente? Cual es tu placer morboso de atacar e interrumpir la vida de personas normales, personas queridas e importantes, con familia, trabajo, suenos o aspiraciones? Qué hace que quieras conquistar lugares remotos de un cuerpo humano? Por qué sencillamente tienes que existir?
En teoría, eres otra más de las creaciones de Dios, pero, realmente puedo llamar creación a algo que logra irónicamente todo lo contrario? Podrás decirme que busque meterme con un organismo pluricelular de mi mismo tamaño, pero sencillamente, no puedo, me da la gana de quejarme y decirte que te vayas al mismísimo infierno, que no me calo tu estúpida vida, que a la vez le quita vida a personas cuyo unico pecado es no tener un organismo con suficientes defensas, o con deficiencias para controlar los niveles de azúcar.
Por qué no te quedas tranquilita comiendote el pan viejo de mi alacena? Por qué simplemente no dejas que la anfotericina B haga su trabajo y te destruya? Miles de preguntas que tengo, y todas tienen una sola respuesta... Porque eres un microorganismo muy maldito!
Creo que no logro nada con insultarte y preguntarte las razones por las cuales existes y haces que la felicidad de una familia se sustituya por la preocupación, el miedo y la tristeza. Mejor uso mi preciado tiempo en pedirle a Dios que desaparezcas, que dejes de joderle la vida a una persona que, aunque no conozco en persona, significa absolutamente todo para otra que si he llegado a conocer bastante, y de hecho, significa algo muy grande para mi, y que lleva a que sus tristezas, preocupaciones y dolores, yo las sienta de una u otra manera.
Me despido, con desprecio, Angel.