miércoles, 29 de julio de 2009

...Sorpresa, sorpresa...


MM es mi paciente, y más que mi paciente, es LA paciente. Una de esas morenas preciosas, con ese colorcito canela propio de la mujer venezolana, de facciones finas, sonrisa agradable y un bonito par de globitos de silicone implantados. Desde el primer momento en que llegó a mi silla, MM captó mi atención. Y la cuestión se puso aún más interesante cuando llegó el momento de anestesiarla. MM es extremadamente nerviosa, y tan pronto siente la aguja, hace la mejor imitación de Meg Ryan en "When Harry met Sally" en la escena del orgasmo. Todo un espectaculo. De a cuenta gotas, fui averiguando datos de ella, pero hacía falta algo que terminaría de saciar mi sed de MM: su Blackberry PIN. Como se cómo actúan y piensan las mujeres, especialmente las bonitas (y algo cabezahuecas), MM estaría a la expectativa de que yo hiciera mi movida y le dijera, con voz y actitud de interesante, ¿me das tu PIN?. Pero intenté hacerme el interesante, y decidí no pedirle el número, ni en la primera cita, ni en la segunda, ni siquiera en la tercera. Finalmente, después de más de un mes sin saber de ella, MM apareció en el consultorio, excusándose por la perdida, me contó del viaje que estuvo haciendo por Cancún (el cual noté al verle la piel bronceada) y otras ciudades de México.
La tensión está al máximo. Finalmente iba a hacer mi movida, le iba a pedir el PIN a MM, a pesar de que tenía mis teorías y ciertas sospechas con respecto a si tenía, o no, perro que le ladrara. De todasa maneras, me iba a arriesgar, como quien dice, el que no llora, no mama.
Cuando voy a sentarla en la unidad, preparandome para el espectaculo que significa anestesiarla, me percaté del abdomen un poco abultado, me imaginé que había comído mucho en su viaje. ¿Qué otra cosa podía ser?. MM tiene la cara taciturna, con una mirada que no le había visto nunca. Respira profundo mientras que mi asistente le coloca el babero, y me dice:
MM: Doctor, sabe que estaba en el médico, haciendome unos exámenes.
AA:- ¿Ah sí? ¿Todo en orden, MM-cita?
MM: -Bueno, sí, doctor. Debo darle una primicia.
AA:- A ver, MM-cita, ¿qué me vas a contar?
MM: -Doctor, me acaban de decir que tengo 3 meses de embarazo
AA: ... ¿eeeeen seriooooooo? -con una sonrisa idiota de consternación por la intensidad de la noticia que acababa de recibir- ¡que buenoooooo, MM-citaaa!
MM: -Sí, doctor, ¡maravilloso! Y eso no es todo... ¡Voy a tener gemelos!
AA: =D -sonrisa idiota de consternación-
MM: -¡Tiene que ver el ecosonograma, doctor!

MM se acostó en la unidad, y yo seguía con mi sonrisa de consternación. En verdad, no sabía como reaccionar ante la noticia de la dulce espera de MM. Lo siguiente, fue muy estandard. El ritual de anestésia de MM no fue el mismo de antes, el quejido orgásmico perdió su encanto. Ahora, MM espera sus gemelos para enero, aun quedan dos caries por hacerle, y perdí la esperanza -y las ganas- de pedirle el PIN.

¡Sorpresa, sorpresa!


Mi vecino es John Jairo Cullen


Después de haber leído Twilight, me quedó en la mente que los vampiros sí existen, es más, uno de ellos vive junto al lado de mi apartamento. Pero éste no es el típico vampiro que describe Stephenie Meyer en sus novelas. Esta es la versión Cachaco-dark-Underground Style de un chupasangre. En principio, tiene ciertas características que comparte con los misteriosos habitantes del pequeño pueblo de Forks. Es como si Carlisle Cullen se fue de rumba de Springbreak a Cartagena, y allá sació su sed de sangre con un tipejo Bogotano ebrio. La blancura extrema, los ojos oscuros, ropa negra, una mirada misteriosa y la delgadez raquítica de un prisionero judío en Auschwitz. No es joda, el tipo da miedo.

Por cosas de la vida, siempre que me consigo a John Jairo es en el ascensor. Y peor aún, siempre me lo consigo, o a muy altas horas de la noche, o muy temprano en la mañana (algo que corrobora mi teoría vampírica). Imagínense llegar a las 4:30 de la mañana después de una noche perfectamente decadente de rumba y whisky, confiado de que lo único que nos vamos a conseguir es la cama para dormir la pea, que de repente, al abrirse el ascensor, ¡sorpresa!. Está John Jairo parado con su cara pálida y ojos ojerosos de muerto viviente, esperándome en la puerta de mi casa. Da pena, pero en verdad, no puedo ocultar el miedo y la impresión que me da verlo a esas horas de la vida. Con la boca seca y el corazón palpitante, sale un buenas noches tímido que John Jairo devuelve con una gesto tenue y amarillento que, supongo, fue la mueca de una sonrisa, acompañada de un hasta luego. Si no fuese porque en contadas ocasiones lo he visto expuesto al sol (y no resplandece como los Cullen), en verdad pensaría que es un autentico vampiro. Sólo por precaución, la próxima vez que salga a rumbear, me recordare de llevar un crucifijo, un frasquito de agua bendita y una cabeza de ajo metidos en el saco, no vaya a ser que agarre a John Jairo con hambre y me chupe la sangre.

martes, 28 de julio de 2009

...catchy tunes...

Razorblade - The Strokes
Razor blade, that's what I call love
I bet you pick it up and mess around with it
If I put it down
It gets extremely complicated
Anything to forget everything

You got to take me out
At least once a week
Either I'm in your arms
Or I'm at your feet
I know exactly what you're thinking
You won't say it now
But in your heart it's loud

Oh no, my feelings are more important than yours
Oh, drop dead, I don't care, I won't worry
There you go

Oh, the razor blade
Wish it would snap this rope
The world is in your hands
Or it's at your throat
At times it's not that complicated
Anything to forget everything

He would never talk
But he was not shy
She was a street-smart girl
But she could not lie
They were perfect for each other
Say it now
Cause in your heart it's loud

Oh no, my feelings are more important than yours
Oh, drop dead, I don't care, I won't worry

Ayh

Sweetheart
Your feelings are more important of course
Of course
Everyone you wanted
Everything that we would take from them
I don't wanna know, I don't wanna know
Tell me, tell me, tell me, tell me

no, don't, okay

domingo, 26 de julio de 2009

De los dolores femeninos y otras calamidades


Parece mentira, pero después de muchos intentos e invitaciones fallidas para vernos, M finalmente accede. Dado el antecedente que tiene el personaje, en cuestiones de invitaciones y proposiciones, una parte de mí está constantemente a la defensiva, o a la espectativa de que, tarde o temprano, va a salir a relucir el desgraciado "oye, lo siento, pero es que...". Esta no fue la excepción, sin planificar mucho, y sin hacerme muchas ilusiones, me hice a la idea de que pasado el mediodia, M estaría safada de sus obligaciones familiares, y nos reuniriamos para tratar ciertos temas académicos, y con buena suerte, los personales también. Lo que parecía un buen augurio, un mensaje de Blackberry enviado a penas hora y media pasado el mediodia (si conocieran al personaje, me dirian que fue cuasi inmediato a la hora acordada) me informaba que estaba en camino a recoger ciertas pertenencias, y siguiente, tomaría rumbo a mi casa. Lo que comienzo a pensar, es que a M le causo un efecto nocivo, es como si el pensar en verme, o hablar conmigo, le causa cierto efecto psicosomático, que inmediatamente se convierte en una dolencia corporal, que siempre comienza con una pastilla, y termina con un mensaje, al día siguiente, en el que dice cuánto lamenta no haber podido asistir al encuentro programado.

Con esto no quiero decir que nunca he sufrido de un dolor de cabeza arrecho, porque los he tenido. Simplemente, desato mi furia. Precisamente, me viene a la mente una escena de la película "what women want", donde Mel Gibson propone usar un analgésico Advil para disfrazár la coartada de una mujer que alega un dolor de cabeza para no tener relaciones con su pareja. ¿Es que acáso esa será la táctica de M?. ¿Cuántos de los dolores y achaques de las mujeres, no los usan como coartadas para librarse de algo o alguien, y siempre quedando con la politesse y los ojos de víctima de una cría de leopardo, cuya madre acaban de matar?

Misterio.

lunes, 20 de julio de 2009

Haciendo el ridículo, gracias a mi estupidez emocional

Ultimamente he estado experimentando una serie de sensaciones producto de ciertas personas que me producen ciertos malestares sentimentales, basados en lo que esa persona define como un "no se que me pasa, ni yo me entiendo". Mi mente, repentinamente se convierte en un procesador Intel QuadCore, que constantemente evalua, reevalua y analiza todas y cada una de las palabras que cierta persona dice. El super procesador que tengo por mente, aparentemente, vino con un defecto de fabrica, parece ser que es incapaz de lidiar con las emociones que se producen cuando los niveles de endorfinas, serotonina, feromonas y adrenalina se disparan por los cielos: el amor. 
Sí, tengo un problema serio cuando de relaciones sentimentales-amorosas se refiere. Coloquialmente me pudiesen denominar malpegao, por ese bendito problema de procesador que tengo, al cual le cuesta muchísimo asimilar los algoritmos y codigos que se generan cuando el sentimiento no es recíproco, el NO, pasa a ser un comando no compilado, algo que sencillamente no tiene un efecto, solo una causa que desencadena una serie de malestares. Pero el problema, digamos, es de procesador y de programa tambien (definiendo como programa, al objeto de mis proyecciones=cierta persona) en donde, por una maldición que aún no termino de descifrarm su origen, ha evitado que me pueda relacionar con mujeres emocionalmente estables, de esas que les da nota ser tu novia, las que llevas los domingos a los almuerzos familiares, con las que te vas de viaje, con las que haces el amor, las que presentas a tus amigos, las que hablan y divagan contigo por cualquier vaina, entre otros maravillosos atributos. En parte, dirán las personas allegadas a mí, sea un problema de desenfoque de grupo etareo, en otras palabras, me las estoy buscando o muy viejas, o muy jóvenes. Yo, particularmente, no creo que sea este el problema. Pienso más que es una cuestión de mujeres con prerrogativas, con dudas, con miedos, con pocas ambiciones, desorientadas, imcomprensibles... Aunque también debo reconocer que tengo un papel muy importante en el asunto, al ser yo la persona que decide interactuar y relacionarse con ellas, donde reconozco que tengo muchos errores, pero tambien virtudes que, lastimosamente, no han sabido aprovechar como se debe. Me disculparán los amantes de  The Beatles, pero debo decir: John Lennon, you´re a fucking wanker!!! Love IS NOT all you need!!! No basta con regalarles las estrellas en una caja de cristal, no basta con tratarlas bien, con ser atento, con estar pendiente de como están, como se sienten, que tal estuvo su día. Con solo querer, con solo amar, desgraciadamente no es suficiente.
Ultimamente ha cobrado forma y cuerpo en mi mente la teoría de la Estupidez Emocional, donde no  vale absolutamente nada tener una serie de conocimientos, una inteligencia considerablemente superior a la de una buena porción de la población, y definitivamente mayor a la de un hombre caraqueño promedio de entre 19-25 años. Aún estando muy orgulloso de lo que soy, de lo que sé, y de lo que pienso, me da una soberana arrechera tener que andar haciendo el ridículo, porque mi estupido procesador Intel QuadCore no es capáz de asimilar cuando una persona, un objeto de tu proyección y afecto, sencillamente, no desea seguir siendo TU objeto de proyección y afecto. Lamentablemente, no soy el tipico asshole que ignora a una persona que le gusta, de los que piensa que tu hombria se mide en la cantidad de mujeres con las que te has acostado, lamentablemente, no puedo ser un imbécil, no puedo ser el imbécil del que se enamoran y desviven las mujeres, independientemente de que no tengo el cuerpo de niño pinchado, y definitivamente no tengo una machito levantada para llevarme a los culitos a La Cangrejera un sabado después de salir a rumbear. 
Acaso este es el precio que debo pagar por querer ser diferente? por querer romper el paradigma del hombre perro? Por querer tener, finalmente, una relación bonita, reciproca y duradera? Será acaso que deberé convertirme en un prototipo descerebrado de esos para, finalmente, tener un éxito sentimental? Qué es lo que quieren las mujeres?? Qué quieres tu de mi??? A qué quieres llegar con lo que dices?? Cómo logro entender tus mensajes?? 

Y ahora siguen preguntandose por qué digo que estoy haciendo el ridículo?